Que triste, estás herido. Oh, ¿creíste que me importaría? ¡Já! No mereces mis lágrimas. Cuando pienso en el momento en el que estuve a punto de amarte, tu me demostraste que no. Estoy harta de tí. Que tengas buena suerte. Lo que se va, vuelve a venir. No miento.
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