domingo, 11 de diciembre de 2011

Apuesto lo que quieras.

Que triste, estás herido. Oh, ¿creíste que me importaría? ¡Já! No mereces mis lágrimas. Cuando pienso en el momento en el que estuve a punto de amarte, tu me demostraste que no. Estoy harta de tí. Que tengas buena suerte. Lo que se va, vuelve a venir. No miento. 


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